miércoles, 21 de diciembre de 2011

LA MUERTE DE UNA ESTRELLA, UNA ESTRELLA ROJA

Kim Jong Il ha muerto.
En vida fue uno de los más grandes. Nadie, excepto Gadaffi, hizo tanto como él por la figura del dictador loco y despótico. Sin duda uno de nuestros dictadores favoritos. Un niño grande al mando de un país de chinos locos.

Hijo de Kim Il Sung, hay dos versiones sobre su nacimiento pero la interesante, la que aceptamos, es que nació en un campamento militar de la 2ª guerra mundial y su nacimiento fue anunciado por un doble arco iris en una montaña y el nacimiento de una estrella.




Empezó a medrar pronto en el sistema juché llegando joven a cargos de alta responsabilidad en el ejército donde al preguntarle que pasaría en caso de perder la guerra con los EEUU respondió "A WORLD WITHOUT NORTH KOREA NEED NOT SURVIVE".


Como jefe de operaciones del partido contra Corea del Sur organizó todo tipo de variopintos atentados, secuestros y asesinatos selectivos intentando desestabilizar el país vecino y occidente.

Pero uno de los episodios más conocidos es cuando ordenó secuestrar a un director y una actriz surcoreanos para la película Pulgasari, una versión anticapitalista de Godzilla donde el monstruo representa al capitalismo y come metal, y que mucha gente de la Toho prefiere a la versión americana.



La presidencia del gobierno, contra lo que dice la prensa occidental no es hereditario, es eterna, así que el bueno de Kim Jong tuvo que conformarse con otro montón de cargos rimbombantes y de alta responsabilidad.

Gran aficionado al cine, su colección de películas ascendía a más de 20.000 y entre sus preferidas se destacaban Rambo y James Bond. ¿Cómo coño no va a caernos bien ?

Durante su mandato sus principales actividades han sido importar cantidades industriales de productos de lujo, dejar morir de hambre al 10% de la población, mirar cosas, ir de putas a países extraños en su vagón privado regalado por Stalin y perseguir activamente el holocausto nuclear.



Con mucho esfuerzo consiguió convertir su país en un infierno feudosocialista, uno de los países más herméticos y extraños del mundo regido por un culto a la personalidad bestial y miserable a todos los niveles.



Su look merece mención aparte, todo un villano Marvel: alzas, pelo cardado, ropa de colores desagradables a la vista y pantalones por el pecho.




Finalmente murió de forma tan tróspida como vivió, de agotamiento en un viaje en tren.
Después de todo Kim Jong Il solo era un niño con un sueño, destruir el mundo.









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